lunes, 11 de enero de 2016

Física en casa

¿Te has fijado en que los radiadores se colocan a una altura baja, mientras que los aires acondicionados se sitúan cerca del techo? Esto tiene una explicación física de lo más razonable.

El aire caliente es más denso que el frío, y por lo tanto busca subir, mientras que al aire frío le sucede lo contrario. Poniendo la fuente de calor en las zonas bajas, éstas calientan el aire cercano, que tiende a subir, elevando la temperatura de las zonas altas, y enfriándose en el proceso (por lo que descienden de nuevo a donde hay más calor, y vuelta a empezar). De este modo, el movimiento del aire mantiene caliente toda la habitación.

Con los aires acondicionados pasa lo mismo: si enfriamos el aire de arriba, se vuelve más denso, baja (llevando el fresquito a los lugares bajos) y luego al perder el frío vuelve a subir, donde le espera el aparato, y repitiéndose el proceso. Si los colocáramos al revés, solo se calentaría o enfriaría la zona cerca del techo o del suelo, respectivamente.

Por cierto, este proceso se denomina convección, y lo encontrarás también en el agua que pones a hervir en la cocina (aquí la fuente de calor es el fogón o la vitrocerámica, una vez más en la parte inferior).


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