El fin de semana pasado tuvimos ocasión de repetir una ruta en pleno Parque Nacional de Cabañeros que, no por ya conocida, deja de ser interesante. No podíamos quedarnos sin recomendaros la visita, porque merece la pena, resulta muy cómoda de hacer y tiene un interés paisajístico y sobre todo geológico impresionante.
La ruta comienza en las cercanías del pueblo de Navas de Estena. Aunque está un poco apartada, hay carteles indicadores y un centro de información en el pueblo. Además, hay lugar para dejar los coches, aunque si vais en autobús con un grupo de chavales lo mejor será dejar el vehículo donde todavía hay camino asfaltado.
La ruta corre paralela al río Estena, por lo que el desnivel es mínimo, y el estado del camino no tiene queja. Eso sí, en determinadas épocas de lluvia conviene llamar previamente para informarse, porque en ocasiones, si el río va crecido, llega a cubrir uno o dos de los puentes, con lo que la ruta puede encontrarse total o parcialmente impracticable.
La ruta tiene 10 kilómetros de ida y vuelta si se hace desde el pueblo, o 6 Km desde el aparcamiento. Puede hacerse de por libre o con guía (es gratuito). El teléfono de contacto para solicitar guía o cualquier otro tipo de información es 926 78 32 97.
Aparte de la belleza del paisaje, la oportunidad de ver fauna y flora de ribera e incluso muestras de vegetación relicta, si algo hace famosa la zona es su increíble interés geológico. Dentro de la misma ruta pueden verse huellas de trilobites, gusanos marinos, anémonas del Cámbrico, rizaduras fósiles y discordancias estratigráficas entre terrenos del Cámbrico y el Ordovícico. Una idea de la importancia geológica del lugar es que durante muchos años consecutivos ha sido lugar de celebración del "Geolodía", y muchos geólogos de renombre visitan la zona para su estudio.
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| Huellas de anémona sobre una roca |
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| En la ruta encontraremos algunos paneles explicativos |
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| Señales de excavación de un gusano prehistórico |
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| Una impresionante y preciosa pirolusita |
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| Rizaduras fósiles (ripple marks) |
Por si fuera poco, podéis aprovechar la visita para comer o alojaros en la Casa Rural del Boquerón del Estena, donde la atención personal y la calidad de la cocina superan a cualquier hotel de cinco estrellas. Podéis ver una muestra de las viandas preparadas por los dueños, Lola y Julio, en la entrada sobre el concurso fotográfico al que asistimos el último fin de semana ¡Qué mejor manera de poner el broche a un día en la naturaleza!
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