viernes, 30 de octubre de 2015

Fauna y flora TERRORÍFICAS

Hoy os traemos una pequeña recopilación de plantas y animales que, para quien viera sus nombres sin conocerlos, inspirarían más de un susto. Luego algunos no resultan ser tan fieros como los pintan, pero se nota que a Mamá Naturaleza también le gusta meter un poquito de miedo de vez en cuando.


Caballito del diablo (varias especies): unos vistosos odonatos de los más conocidos y muy frecuentes por este blog. Según algunas historias, eran cabalgados por hadas. Su nombre en inglés, "Dragonfly", también es aterrador, pues significa "Dragón volador". Pese a todo esto, son totalmente inofensivos (salvo para sus presas, claro).

Boleto de Satanás (Boletus satanas): un hongo basidiomiceto, gordo y de un color rojo anaranjado que ya avisa de que mejor no comerlo. Normalmente no es mortal, pero produce unos intensos trastornos gastrointestinales que hacen que desees no habértela llevado a la boca.

Tomatitos del diablo (Solanum linnaeanum): una planta costera originaria de África del sur. Supongo que no hace falta avisar de que sus frutos, aunque de aspecto apetitoso, mejor es dejarlos donde están.
Pepinillo del diablo (Ecbalium elaterium): una planta cucurbitácea que te dará un buen susto como te acerques a ella desprevenido en la época en la que echa los frutos, pues el menor roce sobre estos ¡los hace estallar con violencia! Por si fuera poco, la planta en sí es venenosa.

Solano furioso (Atropa belladona): más conocido como belladona. Mortal de necesidad. Mejor ni tocarla.

Esfinge de la calavera (Acherontia atropos): una mariposa nocturna con un dibujo bastante siniestro sobre su abdomen, y que lanza un chillido agudo si intentas cogerla. Lo justo para que te dé un infarto.

Higuera de brujas (Datura stramonium): también conocida como estramonio. Ornamental y muy bonita, pero muy, muy tóxica.

Nabo del diablo (Brionia dioica): también llamado nueza. Una planta trepadora bastante modestita, pero cuyos frutos resultan tóxicos.

Escarabajo reloj de la muerte (Xestobium rufovillosum): ¡que sí, que sí, que no es broma! Existe un bicho con este nombre. Es pequeño, de color oscuro, se metía dentro de los muebles de madera de las casas antiguas y daba pequeños golpecitos rítmicos y muy audibles, que en el silencio de la noche daban un canguelo considerable.


¡FELIZ HALLOWEEN!


martes, 6 de octubre de 2015

Docentes muy decentes


Ayer fue el día del docente, algo que pasó bastante desapercibido y sin mucho bombo y platillo. Con todo, los docentes hicimos nuestro trabajo, y quiero pensar que los más de nosotros pusimos toda la carne del asador para hacerlo lo mejor posible.

 
 
No corren buenos tiempos para nuestro oficio. La sociedad vuelve sus ojos hacia otros valores muy distintos al esfuerzo y la educación, tenemos alumnos sobresaturados de información gracias a Internet y encima de nosotros tenemos personas que se empeñan en retocar el sistema educativo sin haber pisado jamás un aula en calidad de profesor, o que han perdido el contacto con la realidad del día a día en el oficio de enseñar. Pero a pesar de todo ello, somos muchos los docentes que damos el callo buscando lo mejor para todos esos que, con mayor o menor gana, se sientan todos los días al otro lado de la clase para escucharnos, aprender y dejarse asombrar, como el público de un prestidigitador. En palabras de un amigo, desempeñamos el mejor trabajo del mundo con “dignidad y pundonor”, porque somos conscientes de la importancia de enseñar bien a todas esas generaciones futuras.
 
 
Todos los que estamos ahí por vocación estaremos de acuerdo en que, cuando nuestros alumnos miran con ojos como platos algo nuevo, cuando se alegran por un examen aprobado, cuando disfrutan trabajando (que los hay), nos olvidamos de todos esos que aún no se han convencido de que los docentes somos gente muy decente ¡Y a mucha honra!