sábado, 23 de noviembre de 2019

¿Hay alguien ahí fuera?





Todos nos hemos preguntado alguna vez si hay vida en otros planetas o en otros lugares del Universo. Y aunque no hayamos encontrado ninguna prueba (aún), eso no quita que podamos especular dónde podría estar y cómo podría ser. ¿Hay algún lugar del Sistema Solar donde sería capaz de desarrollarse vida microbiana? ¿Qué aspecto y qué química tendría una hipotética forma de vida que hubiese nacido a la sombra de una gigante roja? ¿Puede haber formas de vida basadas en otros elementos, como el silicio, en lugar del carbono? ¿Es en realidad imprescindible la presencia de agua líquida? Esas y otras preguntas son expuestas en este interesante libro de Lucas John Mix. Y es que la astrobiología es una disciplina que no solo nos proporciona información de los lugares más probables para encontrar otras formas de vida más allá de nuestro planeta, sino que por el camino nos ayuda a comprender mejor cómo es la vida que ha evolucionado en el nuestro. Tanto a los científicos como a los amantes de la ciencia ficción les encantará este libro, a medias técnico y a medias especulativo, y de paso nos abrirá los ojos sobre muchos de los "errores" que el cine comete en sus películas de extraterrestres. En serio: ¿tan común es a escala galáctica el tener dos brazos, dos piernas, dos ojos, una boca e incluso nariz y orejas?






viernes, 15 de noviembre de 2019

La fuerza de los más pequeños

Pasamos muchas veces al lado de ellos sin prestarles atención, pero la mayoría son unos atletas notables, con capacidades que, si fueran trasladadas a nuestra escala, casi podrían tildarse de superpoderes... Y es que tendemos a pensar que "pequeño" es lo mismo que "insignificante". Sin embargo, esta hormiga que os enseñamos en el vídeo acarrea ella solita una mariposa por terreno accidentado, lo que equivaldría a que un humano cargara con una avioneta pequeña campo a través ¿Alguien se atreve a igualar esta proeza?








domingo, 10 de noviembre de 2019

¿Qué sabes de la epigenética?

La ciencia avanza continuamente, descubriendo horizontes nuevos cada vez más increíbles y emocionantes. Una de las ramas más jóvenes y fascinantes es la epigenética, una hermana pequeña de la genética que está ampliando la forma en que podemos entender la información encerrada en nuestro ADN.

¿Qué estudia la epigenética? De forma resumida, podemos decir que mientras que la genética tradicional se ocupa de qué hay escrito en el ADN, la epigenética mira por la forma en que se gestiona y se lee lo que hay escrito. Y es que hay que tener en cuenta que todas las células de nuestro cuerpo tienen el mismo ADN. Entonces ¿por qué con idénticas instrucciones unas células se convierten en neuronas, otras en tejido muscular y otras en hepatocitos del hígado? El caso es que hemos descubierto que la célula tiene mecanismos para archivar y bloquear partes de esa información de forma selectiva. ¿Cómo? Pues nuestros científicos aún están en ello, y aunque sabemos varios mecanismos, como la metilación de bases o la fabricación de micro-ARN, queda mucho por averiguar cómo se activan o desactivan estos mecanismos.

¿Y para qué puede servirnos todo esto? Al margen de que todo lo que descubramos en ciencia es valioso por sí mismo, los avances en epigenética podrían tener aplicaciones increíbles. Por ejemplo, nos estamos encontrando que muchas enfermedades de toda la vida tienen un origen epigenético: las condiciones ambientales o el estilo de vida modifican la forma en que se lee nuestro ADN. Si podemos controlar la lectura de nuestro genoma, seremos capaces de bloquear genes defectuosos o activar la regeneración en células como las neuronas. Las posibilidades son increíbles, pero no debemos perder de vista que no todo lo que se puede hacer se debe hacer. Tenemos que calibrar muy bien las consecuencias, porque aunque la ciencia en sí misma es amoral, somos responsables del uso que hagamos de lo que nos ofrezca...