domingo, 24 de junio de 2012

Grandes inventos del mundo animal

El voltímetro

Todos los seres vivos emitimos algún tipo de electricidad al movernos en el agua, debido a la actividad de los músculos. Los tiburones, curiosamente, son capaces de detectarla, como si de un voltímetro se tratase. Pero no tienen ningún aparato implantado en sus cuerpos, sino unos peculiares órganos llamados ampollas de Lorenzini. Están repartidas por todo el cuerpo del tiburón, y son redes de canales con electrorreceptores cubiertos por una sustancia gelatinosa. Son visibles desde el exterior como una especie de “poros” en la piel. Las ampollas de Lorenzini detectan la electricidad emitida por los cuerpos vivos, o, más concretamente , la diferencia de voltaje entre el agua de mar y el voltaje en la base del electrorreceptor.

Este sentido es tan fino que les permite percibir diferencias de hasta 5nV (0,000000005 voltios) Dado que muchas redes domésticas funcionan a 220V ¡para ellos serían como el ruido del despegue de un avión amplificado con una batería de altavoces!
Por si fuera poco, las corrientes marinas que se mueven en los campos magnéticos de la Tierra generan una diferencia de potencial perceptible para los tiburones (y las rayas, otros peces que también tienen este órgano), con lo que estos animales son capaces de guiarse en el océano siguiendo campos magnéticos.




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