Los altavoces
Si quieres escuchar música tranquilamente en tu casa, seguramente te baste con el sonido propio de la radio o el ordenador. Pero si eres miembro de un grupo de heavy o rock y quieres llenar los tímpanos de tres mil seguidores, ¡necesitarás un buen equipo de altavoces!
En realidad, el fundamento físico de los altavoces (la caja de resonancia) existe también en muchos instrumentos musicales, como los tambores o las guitarras clásicas. Lo que hace una caja de resonancia es recoger una onda sonora y multiplicarla a través de los ecos que se producen en su interior, produciendo una serie de interferencias positivas. Pero es que eso ya estaba inventado en la Naturaleza. Basta mirar a las ranas de una charca en pleno fervor de noviazgo para darse cuenta.
Los sacos bucales (o vocales) de las ranas son pliegues de piel invaginados en el suelo de la boca, que, al llenarse de aire, amplifican los sonidos producidos por la rana muchas veces. De esta manera, una pequeña ranita de no más de diez centímetros es capaz de hacer oír su "Croa-croa" muy lejos, para atraer a las hembras. ¡En algunas especies el sonido alcanza distancias de kilómetros!
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