Los espejos cóncavos y convexos muestran unas propiedades ópticas muy curiosas ¡Pueden llegar a reflejarte como si estuvieras boca abajo! Si quieres comprobarlo, basta con que cojas de tu cocina una cuchara sopera de metal que esté bien limpia y brillante ¡Prueba a mirarte en su superficie por un lado y por otro, a ver qué descubres!
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