Ayer fue el día del libro, y habría quedado muy propio haberos puesto alguno... Por desgracia no llegamos a tiempo, pero como al final la lectura es algo que debería ser obligado todos los días, aunque sea con un poco de retraso, allí va nuestra recomendación.
Los has estudiado en el cole, seguro. Son esos números que solo podían ser divididos entre sí mismos y la unidad, y que por algún motivo desconocido, parecían entusiasmar a tu profe de mates. Pues bien, en este libro, Marcus du Sautoy nos explica por qué no solo le gustaban a tu profe, sino que también cautivaron la atención de cerebros tan insignes como el de Gauss, Euler, Ramanujan, Hardy o - sobre todo - Rienman. Y es que los números primos tienen una música especial y están llenos de enigmas. En la Antigua Grecia ya se demostró que tenían que ser infinitos, pero ¿siguen alguna pauta especial en el ritmo con que aparecen? ¿Hay alguna fórmula universal para obtenerlos?
Y si te crees que todo esto no son más que cábalas extrañas que se montan matemáticos con demasiado tiempo libre, piénsatelo otra vez: la seguridad de todas las transacciones que realizas por internet se basa en el empleo de números primos ¡de más de 200 cifras! Y es que estos señores están presentes en muchos más sitios de los que imaginamos, desde los ritmos vitales de algunos insectos como en el comportamiento de partículas cuánticas ¡Qué alucinantes son las mates!
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