domingo, 8 de febrero de 2015

¡Vaya palabro!


Apoptosis: mediante este término, que suena a faraón egipcio, se designa la muerte celular programada, y que puede desencadenarse ante determinados estímulos externos o internos. Es como si le llegara un aviso a la célula de que el negocio tiene que cerrar y hay que desmontarlo todo y deshacerse del local. Cuando aparece el estímulo desencadenante se activan unas enzimas llamadas caspasas (no dirás que no mola el nombre) que inician una reacción en cadena que termina disolviendo todas las estructuras proteínicas. Todo esto suena muy trágico, casi a suicidio celular, pero es un proceso vital a la hora de renovar tejidos en el cuerpo, así que demos gracias a que las células saben cuándo hay que salirse del juego.

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