lunes, 21 de enero de 2013

El laboratorio de Watson

Movimientos invisibles

Quien más, quien menos, todo el mundo sabe que la materia está compuesta por átomos. En los sólidos, estos átomos ocupan posiciones fijas, motivo por el cual los sólidos tienden a conservar su forma, y no depender del recipiente que los contenga, como es el caso de líquidos y gases.

En éstos, los átomos - más bien las moléculas en las que se agrupan -  están en constante movimiento (más en los gases que en los líquidos). La velocidad a la que se mueven estas moléculas depende sobre todo de la temperatura: a mayor temperatura, más energía cinética y por lo tanto más movimiento. Vamos a comprobarlo con un sencillo experimento.

Materiales

Tres vasos de agua
Colorante alimentario
Una cucharilla

Cómo se hace

Llenamos dos vasos de agua hasta la misma altura. Uno de ellos lo metemos unos minutos en el frigorífico para que el agua se enfríe bien (sin que llegue a helarse) y el otro lo calentamos (al fuego o al microondas) sin alcanzar el punto de ebullición. En el tercer vaso con agua echamos colorante y mezclamos bien.

Luego vertemos un poquito del colorante en cada uno de los vasos (el agua de ambos debe estar quieta, para no falsear el experimento) y vemos en cuál de ellos se difunde más rápido el color. Ocurre, por supuesto, en el de agua caliente, porque en él, aunque no podamos verlo, las moléculas de agua se mueven más rápidamente y contribuyen a que el agua coloreada se extienda con más facilidad.

Aquí tenéis la experiencia en directo. El vaso central es el de agua caliente, y el de la derecha es el de agua fría.







Para ampliar

- ¿Hay diferencias notables entre la velocidad de difusión de distintos líquidos, como el alcohol o la cetona?

- ¿Se difunden igual de bien otros colorantes, como la tinta?



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