jueves, 31 de enero de 2013

Las dudas de Crick

¿Es cierto que solo usamos el 10% de nuestro cerebro?

Pues va a ser que no. Nadie sabe muy bien dónde comenzó esta "leyenda urbana", pero no tiene ningún fundamento. O por lo menos no significa lo que muchos se piensan. Porque los hay que argumentan que la gente normal solo usa el 10%, y que si consiguiéramos hacer algo con el 90% restante, seríamos capaces de proezas tan asombrosas como leer los pensamientos, mover objetos con la mente o levitar.

Los científicos se han interesado en comprobar la veracidad de este "saber común". Con las tecnologías de que hoy disponemos, es posible observar qué áreas del cerebro están activas en cada momento, y mientras el sujeto está realizando determinadas actividades. Y los resultados han sido claros: nuestro cerebro está constantemente activo, y en conjunto, no únicamente una región de él.

Es cierto que existen zonas más activas que otras según lo que estemos haciendo, porque la evidencia apunta a que existen áreas especializadas en la visión, el lenguaje, el movimiento, etc. Pero no son áreas inamovibles: se ha comprobado que, en personas que han perdido la visión o la audición, sus correspondientes áreas del cerebro han sido destinadas a otras funciones ¡No queremos a ninguna neurona haciendo el vago!

Incluso cuando dormimos el cerebro está bullendo de actividad: existen zonas que se dedican a reorganizar pensamientos y experiencias vividas, o mezclar imágenes de forma aleatoria (lo que provoca nuestros sueños), además de mantener un control de las funciones mínimas, como el tono muscular, la respiración o los movimientos que hacemos mientras estamos dormidos.

Entonces, ¿qué porcentaje utilizamos? ¿El 100%? Aclaremos una cosa: en cuanto a materia gris, la usamos toda, pero no a pleno rendimiento. El cerebro es como un músculo: cuanto más se entrena, más posibilidades tiene. Dedicándole tiempo, podemos mejorar nuestra memoria, nuestra capacidad de inventar, la comunicación oral, el equilibrio, la velocidad de lectura, el oído musical y un sinfín de cosas más, hasta límites que aún no se han descubierto. Del mismo modo, si no lo estimulamos, el número de conexiones neuronales se vuelve más pobre y la medida de sus habilidades más reducida.

Así que ya sabes: mantén tu cerebro en forma ¡Aliméntalo con ciencia, lectura, música y curiosidad por todo lo que te rodea!



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