La bolsa de la compra
Las bolsas de la compra son un invento muy útil, sobre todo cuando
tenemos que volver a casa con tres litros de leche, una caja de cereales, una
bolsa de fruta, un paquete de macarrones y un paquete de carne picada. Parece
ser que las primeras se inventaron en Estados Unidos en 1957, pero como tantas
otras cosas, la idea no es original, porque la Naturaleza ya había
solucionado el problema de cargar con la comida cuando las manos no son
suficientes.
Muchos roedores, como el hámster, tienen a ambos lados de la cabeza,
desde las mejillas hasta los hombros, unas grandes bolsas formadas por pliegues
de piel dura y seca. Estas bolsas, llamadas abazones, les sirven para
transportar semillas y pequeños frutos hasta la madriguera. Un invento de la
evolución singularmente útil ¡y mucho más ecológico que las bolsas de plástico!
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