martes, 25 de julio de 2017

El Laboratorio de Watson

No me suena igual

Seguro que alguna vez te has preguntado por qué tu voz suena tan rara cuando la oyes grabada, y te dices a ti mismo "yo no hablo así, ¿no?". Bueno, la respuesta es sí y no a la vez. Cuando hablamos, nuestra voz nos llega a través del aire (como le pasa a todos los demás), pero también por la vibración de los huesos internos, que capturan mejor los tonos graves. En el sencillo experimento que os proponemos hoy, veremos que el sonido no se transmite igual a través de los sólidos que por los gases.

Materiales

- Una percha metálica
- Dos trozos de cordel

Cómo se hace

Atamos cada trozo de cordel a cada uno de los extremos de la percha, y luego enrollamos las puntas libres de los cordeles a nuestros dedos índice.

A continuación, golpeamos con la percha a otro objeto, de tal forma que el metal de la percha resuene un poco, y nos fijamos en el sonido que produce. Después, repetimos la experiencia, pero en esta ocasión nos metemos los dedos con los cordeles en los oídos e intentamos que los cordeles estén tensos (tendremos que pedirle a alguien que coja la percha), y comparamos la diferencia en la percepción de los sonidos.

Esto sucede porque la segunda vez, las ondas nos llegan no solo a través del aire, sino de la vibración del cordel (que es sólido). Si lo has hecho bien, seguramente percibas el sonido un poco más grave.





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