domingo, 25 de julio de 2021

Esto es lo último...

Paseando por la ciudad hoy, esto es lo que nos hemos encontrado: 



Esto es de traca. Uno no sabe ya si reír o llorar. No nos vamos a molestar en desmontar por enésima vez la patraña de las "vacunas magnéticas": aquí os dejamos un vídeo que lo explica muy bien, pero si hurgáis un poco, encontraréis más. Por no decir que basta un poco de sentido común.




Porque vamos a ver, señores antivacunas: voy a hacer un intenso ejercicio de suspensión de la incredulidad e imaginaré que en efecto, las vacunas forman parte de un malvado plan para colocar imanes a los ciudadanos. ¿Quiere alguien explicarme para qué #@%$ sirve eso? ¿Para que podamos colocarnos chapitas en el brazo? ¿Para sujetarnos a la nevera? Y por favor, que nadie mencione el 5G, que no consiste más que ampliar el ancho de banda - ya existente - para enviar con más facilidad los datos.

Es el equivalente a la chifladura que surgió en su momento de que las vacunas iban a matar a la gente. ¿En serio alguien cree que los gobiernos y las empresas quieren matar masivamente votantes y clientes? De nuevo, que nadie mencione la incredulidad inicial que había respecto al holocausto nazi. Aquello fue una espantosa matanza con fines racistas. Que yo sepa, las autoridades sanitarias no han dicho que la vacuna esté destinada solo a un grupo étnico o minoría. Curiosamente, los conspiranoicos cambiaron esta primera versión a toda la farándula de imanes, 5G, metales pesados, chips y similares cuando vieron que, de hecho, la gente no se moría con la vacuna, y que de hecho la curva de muertes ha experimentado un descenso irrefutable, a pesar de que algún iluminado afirme que "se muere más gente por la vacuna que sin ella". Por cierto, estamos ya con doble dosis de vacuna y aún no hemos experimentado ningún fenómeno magnético. Qué cosas. Será porque Bill Gates está manipulando nuestra percepción a través de un chip que resulta imposible que se inocule a través de una aguja hipodérmica demasiado fina...

No, señores antivacunas. Si yo afirmo que las fresas no son azules, no soy un negacionista; me limito a realizar una afirmación sobre un hecho, del mismo modo que si ustedes dijeran que las farolas son incapaces de hablar. Negacionista es aquel que se obstina en negar hechos fácticos como el hecho de que la Tierra es un esferoide, el coronavirus existe y se ha aislado, y las vacunas han salvado a un número incontable de personas desde que Edward Jenner desarrolló la primera en el siglo XIX. Negar un hecho fáctico o con muchas evidencias sin esgrimir pruebas mejores, es ser negacionista. Negar una afirmación estúpida es solo cuestión de sentido común.




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