sábado, 17 de junio de 2017

Estamos en las nubes

No todas las nubes son iguales. Y no nos referimos a lo que todos habremos jugado alguna vez de imaginar nubes que se parecen a caballos, caras, barcos o mil cosas más. Aunque todas se crean a partir de la condensación del agua evaporada, hay diferencias entre ellas. ¿No sabías que hay muchos tipos, cada uno reflejando unas condiciones concretas de formación e indicando unos determinados patrones de tiempo meteorológico? Hoy os vamos a explicar unos cuantos tipos de nubes que podréis encontrar al mirar al cielo...

Cirros: son nubes que se forman a gran altura, blancas, muy claras y con aspecto de filamentos largos y delgados. Un cielo lleno de cirros anuncia que en menos de 24 horas habrá un descenso de la temperatura.





Cirrocúmulos: son también nubes altas, blancas y sin sombras internas. Dan al cielo un característico aspecto "aborregado". Anuncian un cambio de tiempo en las doce horas siguientes, a menudo en forma de tormenta.





Cirroestratos: nubes altas con apariencia de velo, a veces con estrías, con límites definidos y regulares. Preludian la llegada de tormentas y frentes cálidos.





Altocúmulos: nubes de altitud media, que parecen copos de estructura irregular, con sombras entre ellos y ondulaciones o estrías en su parte inferior. Preceden a lluvias y tormentas.





Altostratos: nubes de altitutd media en forma de capas delgadas con algunas zonas densas. Presagian lluvia fina con descenso de temperatura.





Nimbostratos: nubes de baja altitud con forma de capa regular gris oscuro con diversos grados de opacidad. Típicas nubes de lluvias de primavera y verano o de nieve en invierno.





Estratocúmulos: nubes de baja altitud con ondulaciones amplias y zonas con distintas intensidades de gris. Rara vez aportan lluvia.





Estratos: nubes de baja altura, como un banco de niebla grisáceo. En primavera y verano aparecen de madrugada, dispersándose después, indicativo de tiempo estable.






Cúmulos: nubes de desarrollo vertical, de gran tamaño, sombras muy marcadas y aspecto masivo. Indican tiempo estable, salvo cuando hay mucha humedad y corrientes ascendentes, pudiendo adquirir gran tamaño y provocar tormentas y aguaceros.






Cumulonimbos: de gran tamaño y apariencia masiva, con estructura lisa o ligeramente fibrosa. En su parte superior pueden tomar aspecto "de hongo". Nubes típicas productoras de granizo.






Así que ya veis que ahí arriba hay todo un mundo, que cada nube tiene su personalidad y su mensaje. Así que si alguien os dice que "estáis en las nubes", lo que tenéis que responder es que ¡andáis ocupados prediciendo el tiempo!






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