En
muchas ocasiones, los humanos nos limitamos a descubrir las sopas de
ajo, y alguien pasa a figurar en la Historia por algo que llevaba
usándose ya catapún de millones de años. Es es el caso de Louis Marie de
Corlieu, un capitán de corbeta de principios del siglo XX, que es
considerado el inventor de las aletas de buceo, esas que te pones cuando
quieres nadar más rápido.
¡Vaya
novedad! Y no lo decimos porque Leonardo Da Vinci ya hubiese diseñado
algunos modelos, sino porque los anfibios y las aves palmípedas habían
descubierto mucho antes que, con una membrana que ocupaba el espacio
entre los dedos, uno podía impulsarse mucho mejor en el agua. Son las
membranas interdigitales, y no es que las aves se la hayan copiado a las
ranas y los tritones, sino que es un invento tan útil y tan sencillo
que ha aparecido varias veces de forma independiente en la evolución
¡Para que luego algunos hombres se fijaran y se adjudicaran el mérito!
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