jueves, 29 de agosto de 2019

Los abejorros también son sociales

Si hay un grupo animal capaz de darnos sorpresas incluso con sus representantes más comunes, son los insectos. Hace poco, dando un paseo por un parque del País Vaso, nos encontramos con un abejorro, pero no uno cualquiera. Además de su tamaño, nos sorprendió el tamaño de su abdomen, bordeado además por unos pelos de color blanco. Curiosos como somos, buscamos información y dimos con la respuesta: se trataba en realidad de una abejorro reina.




Y es que por algún motivo, aunque están emparentados con abejas y hormigas, no teníamos la consciencia de que fueran insectos sociales, pero lo cierto es que lo son, aunque en menor medida que los citados himenópteros. Poseen castas de reinas, obreras y zánganos, aunque su sociedad no está tan estructurada como la de las abejas, por ejemplo.

En primavera, la reina abandona su lugar de hibernación y busca un nido adecuado. Allí, prepara un lugar para almacenar el polen, la miel (sí, los abejorros también la saben fabricar) y poner los primeros huevos. Cuando nacen las primeras obreras, la reina aumenta la puesta de huevos, ya que ahora cuenta con ayudantes para hacerse cargo de un mayor número de crías. Cuantas más obreras nazcan, más "personal" habrá para recolectar alimento, atender a las larvas y proteger al grupo. Llega un momento en que de los huevos nacen zánganos y nuevas reinas, que, cuando son fecundadas, hibernan hasta la siguiente estación favorable. Para entonces, la reina original normalmente ha envejecido y muerto.

Como ves, no se trata de una estructura tan perdurable y compleja como una colmena. Por eso, los entomólogos piensan que representa un estadío más primitivo de la evolución hacia el estatus de insectos sociales. En otras palabras, quizás las abejas empezaron así.

Además de las fotos, aquí os dejamos un vídeo de la reina abejorro en acción, seguramente recolectando alimento antes de contar con una camada de obreras ayudantes.










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