El zootropo fue un invento ideado por el inglés William George Horner. Se lo considera como el predecesor del cinematógrafo, que ha evolucionado mucho desde las antiguas películas mudas en blanco y negro hasta las repletas de efectos especiales en nuestros días.
El fundamento del cine y del zootropo es el mismo: una serie de imágenes o fotogramas, con pequeñas diferencias entre sí, son mostradas con una determinada velocidad, de manera que nuestro ojo no es capaz de percibir los saltos entre una y otra. Por un mecanismo de asociación de imágenes, el cerebro "rellena" los saltos creando una sensación de movimiento. Las películas habituales muestran a nuestros ojos 24 fotogramas cada segundo.
Construir tu propio zootropo es fácil y divertido. Nosotros te enseñamos aquí el nuestro, pero si quieres fabricarte el tuyo, encontrarás las instrucciones en nuestro blog Un Ambientalista.
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